Alcalde y regidores viajan a China; los problemas deberán esperar
Por:
Expediente Quintana Roo
Publicado:
Los regidores accedieron a aprobarle
la reestructuración de deuda, y el alcalde de Cancún realizará, junto a ediles,
su primer viaje internacional a China, para visitar “una estatua Budista de 108
metros de altura”.
Por: Hugo Martoccia
El alcalde Jaime Hernández ha
decidido agilizar lo más posible la aprobación de la reestructuración de la
deuda municipal por parte del Cabildo, porque el 12 de octubre se irá a China
con una nutrida comitiva.
La basura, la inseguridad y la
parálisis de todos los servicios públicos deberán mantenerse a la espera de
soluciones al menos una semana más, mientras el presidente municipal conoce el
Imperio del Medio.
El viaje a China obedece al
hermanamiento con la ciudad de Sanya, en la provincia de Hainan, que el Cabildo
aprobó en la 53 sesión ordinaria del pasado 18 de junio.
Hasta el momento, el itinerario
programado habla de salir el 12 de octubre y permanecer al menos 5 días en el
gigante asiático, lo cual generaría, con los viajes, casi una decena de días
fuera. El proyecto original hablaba de una visita de 12 días, con recorridos
turísticos varios, pero parece que ese plan ha sido desechado.
El alcalde ha girado invitaciones al
menos a cuatro regidores, pero por supuesto que si se trata de acuerdos de
hermanamiento, irán directores de diversas áreas.
Tan sólo el precio de los pasajes
aéreos a Sanya, ida y vuelta, cuestan entre 30 mil y 60 mil pesos por persona, según
la aerolínea y el itinerario, por lo que la cuenta final será seguramente muy
onerosa.
¿Qué van a buscar a Sanya los
funcionarios públicos? No es fácil de adivinar. Más allá del hermanamiento
entre las ciudades, y sus parecidos de mar, playa y hoteles, se trata de
realidades diferentes.
Aunque, eso sí, situada a una hora
en avión de Hong Kong, no ha de ser un mal lugar para pasar unas breves
vacaciones en uno de los entornos urbanos más sofisticados del mundo.
El
convenio
El Ayuntamiento no parece tener del
todo claro qué es Sanya, la ciudad hermanada.
Según la misma sesión de Cabildo en
la cual se aprobó, el hermanamiento con Sanya traerá “importantes beneficios” a
Cancún, porque además de tratarse de un puerto turístico y comercial, “se
destaca por albergar una estatua Budista de 108 metros de altura”, lo cual, qué
duda cabe, es la salida a la crisis de Cancún.
El acuerdo luego habla de lo de
siempre, cooperación económica, cultural, educativa, comercial, y un largo
etcétera.
El artículo 2 del convenio dice que
se hará un “análisis comparativo sobre formas y estilos de gobierno y de
gestión administrativa para llevar a cabo una retroalimentación”.
Tomando en cuenta que la china es
una economía mixta (la llamada economía de mercado socialista) con fuerte
influencia del estado en la economía, y con una cultura de trabajo y de
servicio muy diferente a la mexicana, no es fácil adivinar a donde se podrán
encontrar las coincidencias.
El gobierno municipal, además, debe
realizar un “Plan Operativo Anual” para lograr los objetivos del hermanamiento,
que aún son un tanto difusos.
La
realidad de Sanya
Sanya es una ciudad costera china
situada en la zona tropical, ubicada en la segunda isla más grande de ese
monumental país. Es una ciudad de 700 mil habitantes, que se ha convertido en
un gran centro turístico en los últimos años.
Hasta ahí los parecidos con Cancún.
El entorno urbano y ambiental es
diferente al de esta parte del mundo. Primero, Sanya es también una ciudad
portuaria, y dentro de sus límites existen 10 reservas naturales. Las
superficies verdes son un 40% del área urbana. La ciudad figura entre los 11
hábitats más saludables para el ser humano.
Más ampliamente, Sanya está ubicada
en la isla Hainan. Una ínsula de 35 mil kilómetros cuadrados, en donde viven
más de 8 millones de personas. Se trata de un lugar con el 70 por ciento de
tamaño de Quintana Roo, pero con una población siete veces mayor.
No es, ni de lejos, una economía
basada en el turismo. Sólo el cinco por ciento de su economía proviene de la
industria sin chimenea, y su principal actividad económica es la
agricultura.
Es una de las zonas más pobres de
China, y desde 1988 es la mayor de las cinco zonas económicas especiales del
país, lo que le permite tener una apertura económica diferente al resto de las
provincias.
El gobierno anunció meses atrás un
plan para detonar esta industria y convertir a Hainan en un centro turístico
internacional hacia el año 2020. Ese hecho dejó una anécdota que marca las
diferencias culturales entre los países.
De acuerdo a lo que diversas agencias
publicaron, el gobernador de la provincia, Luo Baoming, dijo que el plan
incluye “la necesidad de establecer un mecanismo a largo plazo para administrar
la industria turística, sancionar a los responsables de prácticas inadecuadas
en el sector y ofrecer más formación a los empleados”.
Las agencias noticiosas recordaron,
como ejemplo de esa visión de las aurotidades, que un agente fue económicamente
sancionado e inhabilitado por no cumplir algo que había ofrecido a los turistas.
Sólo dando una vuelta por la zona
hotelera de Cancún, se verá que esa decisión no sería posible de este lado del
mundo.
El
alcalde, regidores y funcionarios, conocerán esa realidad y acaso traigan ideas
nuevas. O, al menos, habrá muchos souvenirs para regalar.
Comentarios
Publicar un comentario