Aumenta déficit de Cancún 1 mdp por día; planean nueva deuda por 120 millones
Por:
Expediente Quintana Roo
Publicado:
La situación financiera es caótica.
El municipio sueña con reestructurar la deuda y tener un año de gracia, pero en
pocos días no podrá pagar la nómina. El futuro es incierto.
Por: Hugo Martoccia
Cada día que pasa, Cancún aumenta su
déficit en un millón de pesos, y en las próximas semanas podría caer en un
incumplimiento de sus obligaciones con el pago de la nómina, según un informe
de la tesorería municipal que está en manos de los regidores.
El problema se agrava, según
establece el mismo documento, porque los ingresos municipales caen 9 por ciento
cada mes, con tendencia a agravarse de aquí a diciembre, y ya no existe la
línea de crédito revolvente por 280 millones que le permitió al gobierno de
Gregorio Sánchez ir cumpliendo compromisos.
Además, la administración está
condicionada por juicios laborales por 89 millones de pesos, la mayoría de
ellos en su fase de ejecución, y una deuda con proveedores de pasadas
administraciones de 135 millones de pesos. Todos estos números corresponden a
lo inmediato.
Cada 15 días, el municipio necesita
40 millones de pesos para nómina y otros 25 millones para gasto corriente. En
total, mensualmente los egresos son, por todo concepto, de 160 millones, y sólo
ingresan 130 millones.
Concluye el informe: “La proyección
financiera, si no hacemos nada, es que el Ayuntamiento no será capaz de
solventar su nómina y compromisos urgentes a partir de septiembre 2010”.
¿Y sabe qué? Ya estamos en septiembre.
El
panorama
El informe de la tesorería, que los
regidores leen y releen hace dos semanas, es toda la verdad sobre la situación
financiera del municipio más importante del estado. Las deudas son variadas y
enormes.
135.3 millones de pesos de
proveedores de los anteriores gobiernos (76.6 millones administración de Juan
Ignacio García Zalvidea, 60.8 la de Francisco Alor) otros 105 millones de la
actual administración (entre proveedores, Domos y alumbrado) 1209.1 millones de
pesos de créditos bancarios, y 89 millones de pasivos laborales. En total,
1538.4 millones de pesos.
De esa impresionante cantidad, 598.3
millones de pesos son deuda a corto plazo, lo que supone que es urgente
encontrar recursos para afrontarlas.
Según la tesorería, el problema
central es que el servicio de deuda y las amortizaciones de capital “significan
una pesada carga que con las condiciones actuales es imposible sostener”.
Como a su vez el Ayuntamiento tiene
el 100 por ciento de sus participaciones federales comprometidas con deudas, la
capacidad de nuevo endeudamiento y reacción es nula.
La solución que se ha encontrado es
reestructurar toda la deuda, para tomar una bocanada de aire fresco y
continuar.
La reestructuración es, a grandes
rasgos, encontrar bancos que presten el dinero que se debe, y que hagan una
nueva deuda con mejores condiciones y plazos. Al menos, es lo que se supone.
También se habló de vender terrenos,
pero eso, se sabe, es otro tema bastante espinoso.
La
posible solución: reestructura y nueva deuda
En la jerga financiera, lo que se
pretende hacer es lo siguiente: “despresurizar los flujos de caja mediante una
reestructura de los créditos vigentes de largo plazo para obtener mejores
condiciones respecto del servicio de deuda (intereses) y un plazo de gracia de
un año (o menor) respecto de la amortización de capital”.
El proyecto, a grandes rasgos,
propone esto: 227.97 millones de pesos del crédito para recuperación de playas
se mantendrá a 15 años, y se pagará trimestralmente.
Dos créditos de la reestructuración
que hizo Francisco Alor en 2005, con Banorte y Banobras, por 234 millones cada
uno; más el crédito de 225 millones para obra pública del gobierno de Gregorio
Sánchez, que es también con Banorte, se hará un sólo crédito por 710 millones a
15 o 20 años de plazo.
Por su parte, el crédito revolvente
de HSBC, de 280 millones, y los proveedores, pasarán a conformar un crédito de
480 millones de pesos pagaderos a 15 o 20 años. Los dos últimos créditos se
garantizarán con participaciones federales.
La polémica con los regidores, que,
como se sabe, no están demasiado cercanos a la posición del alcalde Jaime
Hernández, empieza cuando hay que hablar del despacho que llevará adelante este
proceso, y cuando se propone la contratación de una nueva deuda por 120
millones de pesos.
En el primer caso, los regidores
dicen que hay que estudiar muy bien a quien se le va a dar esta tarea. Los
despachos llegan a cobrar, dicen, hasta el 4 por ciento de comisiones. Hablamos
de 60 millones de pesos muy apetecibles para la corrupción.
En el otro punto se preguntan porque
pedir un “crédito o línea contingente” de 120 millones de pesos, que será
renovable cada 12 meses. Se parece demasiado al crédito revolvente de 280
millones que en pocos días más será deuda pública, el cual, en un principio,
también fue llamado “contingente”.
Cancún,
el municipio más endeudado del país
Una vez que esté aprobada la
restructuración de su deuda, Benito Juárez se habrá convertido en el tercer
municipio más endeudado del país, sólo por detrás de Tijuana y Guadalajara. La
diferencia con esos municipios, sin embargo, es que mientras la deuda de 1500
millones de pesos que tendrá Cancún es igual al 80 por ciento de su presupuesto
2010, lo que supone un ahogo financiero, en los otros municipios la situación
es diferente.
Por cada peso que ingresa, Cancún ya
debe 80 centavos. Sin embargo, de
acuerdo a los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Tijuana tiene
una deuda de 2320 millones de pesos, que es igual al 57 por ciento de sus
ingresos, y Guadalajara adeuda 1588 millones de pesos, que es el 37 por ciento
de su ingreso.
Más allá de las felicitaciones que
se cruzarán diversos funcionarios cuando Cancún consiga nuevas tasas de interés
y un año de gracia para pagar, lo que quedará en realidad será un municipio al
borde del colapso.
Las reestructuras son apenas un
nuevo comienzo, siempre un poco peor que el anterior. Todavía resuena en varios
oídos la promesa de Gregorio Sánchez, expresada hace escasos meses, de pagar
toda la deuda antes de abril de 2011.
O, un poco más atrás en el tiempo,
la reestructuración por 570 millones de pesos (aquella también incluía una
nueva deuda) que hizo Francisco Alor en 2005. Cinco años más tarde, el
municipio triplicó esa deuda.
La
historia se repetirá una y otra vez hasta que Cancún quiebre, o hasta que
alguien decida gobernar de una manera diferente.
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