Nueve años de cárcel por explotación de un chimpancé

Cancún, 3 de Septiembre 2010 (Expedientequintanaroo.com).- Como parte de la Estrategia Nacional del Gobierno federal para el Combate del Tráfico Ilegal de Vida Silvestre, inspectores de la Delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Quintana Roo, decomisaron ayer un chimpancé hembra (Pan troglodytes) que era utilizado por un particular para que los turistas se tomaran fotos con él, servicio por el que se cobraba.

José Adolfo Caram Caram --dueño del ejemplar y a quien organizaciones ecologistas acusan de maltrato al animal, pues le había retirado los dientes y, además, le daba a beber cerveza y cigarros para fumar, como parte del espectáculo a que lo sometía--, fue apresado por elementos de seguridad pública municipal y puesto a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación, quien ha iniciado una averiguación previa en su contra por delitos contra el ambiente, en virtud de que el chimpancé es una especie en peligro de extinción y su comercio internacional está prohibido.

En efecto, de acuerdo con la fracción IV del artículo 420 del Código Penal Federal, se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y una multa que fluctúa entre los 300 y los tres mil día de salario mínimo general, a quien ilícitamente posea (como es el caso) algún ejemplar de una especie de fauna silvestre, considerada amenazada, en peligro de extinción o sujeta a protección especial, o regulada por algún tratado internacional del que México sea parte.

Como se sabe, México es país firmante de la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la cual incluye a este mono en su Apéndice I como una de las especies en peligro de extinción y, por tanto, prohíbe su comercio internacional, pues es nativo de África.

Cabe señalar que el propietario y el chimpancé hembra, conocido como Koko, fueron localizados sobre la vía pública, a un costado del Hotel Barceló, a la altura del km 4 del Bulevard Kukulkán, en Cancún, donde la mona era exhibida y se permitía que turistas nacionales y extranjeros se fotografiaran con ella, previo pago por el servicio. Al no exhibir la documentación que acreditara la legal procedencia del animal, su dueño fue aprehendido y, junto con el ejemplar y el vehículo en que lo transportaba, puesto a disposición del MP federal.