Discrepan funcionarios estatales por dirección de la cárcel de Cancún


La dirección de la cárcel de Cancún se ha vuelto de alguna forma motivo de discrepancias entre los funcionarios de Félix González Canto. El procurador de justicia, Francisco Alor Quezada, sabotea al secretario de seguridad pública, Miguel Ángel Ramos Real, mientras este desmiente públicamente a Verónica May, su subalterna encargada del sistema penitenciario.

Por: Esmaragdo Camaz

Muy temprano la mañana del viernes 10 de septiembre Verónica May –la encargada del sistema penitenciario en Quintana Roo-, declaró a reporteros que Alberto Rojas García había sido destituido como director de la cárcel de Cancún. Esa misma mañana el periódico Por Esto ya lo había publicado, pero poco más tarde, a eso de las 10 horas, periodistas dejaron correr la versión de que Miguel Ángel Ramos Real desmentía a su subalterna. No había cambios en la penitenciaría de este polo turístico.

Hasta hoy no existe una explicación oficial respecto a qué sucede en este tema, pero el recuento de sucesos ligados al mismo da una idea de la controversia ¿o distanciamiento? entre el procurador de justicia, Francisco Alor Quezada, el gobernador Félix González Canto y el secretario de seguridad Pública, Miguel Ángel Ramos Real.

ANTECEDENTES

El primer antecedente de esta historia es el atetado contra el bar Castillo del Mar, ocurrido la madrugada del martes 31 de agosto. Seis sujetos incendiaron  el lugar y ocho empleados del antro murieron por quemaduras.

Al día siguiente, el procurador de Justicia del estado, Francisco Alor Quezada, reveló que un hombre llamado Juan Piña González, había sido liberado días antes del atentado, luego de que el propietario del bar Castillo del Mar y dueños de otros antros se abstuvieron –por temor-, a ratificar una denuncia por extorsión.

Raro para la Procuraduría de Justicia del Estado, pero en muy poco tiempo, el 3 de septiembre, su titular, Francisco Alor Quezada, presentó en Cancún a cinco sujetos de una banda llamada “Los sureños”, como los autores materiales del atentado y muerte de los empleados del bar. Todos ellos confesos.

FILTRACIONES

La noticia, que ya de por sí tenía alcance internacional, se hizo todavía más grande en las horas siguientes, cuando desde la PGJE se filtró un dato.

Uno de los sicarios de nombre Alan Cortés Canto, de 21 años, cabecilla del grupo y quien resultó con quemaduras de segundo y tercer grado en brazos y piernas durante el incendio en el bar, recibió atención médica en la cárcel de Cancún esa misma madrugada del 31 de agosto, apenas momentos después del atentado al bar Castillo del Mar.

Es decir que el sicario ingresó a las instalaciones de la penitenciaría, fue atendido por un médico y horas después –esa misma noche-, regresó a las calles como si nada.

Estos datos, que originalmente no fueron anunciados al momento de la presentación de los sicarios, fueron filtrados en cambio horas después por el propio procurador, Francisco Alor Quezada, quien lo confió a periodistas.

La pregunta es, ¿Por qué el procurador no lo informó de forma oficial? Está claro que el procurador quería que se supiera esa parte de la investigación, pero por alguna razón, no quería aparecer como el difusor de la misma.

La filtración de esa información sin embargo, dio pie días después a que autoridades de justicia dieran detalles y lo hicieran oficial, pues la noticia ya estaba publicada.

El subprocurador de justicia en la zona norte, Rodolfo García Pliego declaró a medios de prensa en relación al sicario atendido en la cárcel:

“El problema es que él dice que arriba a la cárcel, y que ahí lo atiende, le dicen vente para acá y le dicen que lo va atender un médico…dice haber llegado a la cárcel, haberse bajado de un taxi, haberse introducido y que recibe atención médica, como hace esa narración de manera continuada bueno pudiera ser que es el médico de ahí, nuestra obligación es investigarlo y nuestra instrucción es hacer una investigación a fondo, es una instrucción expresa del procurador de justicia, que si hay una responsabilidad que se haga una imputación, a quien le corresponda, sea funcionario pública, sea particular sea quien sea”.

El curso de la investigación dio un giro entonces y apuntó hacia la cárcel de Cancún.

La filtración de Francisco Alor Quezada también metió a Félix González al tema. El 8 de Septiembre el gobernador dijo que los reos habían retomado el control de la cárcel de Cancún y confirmó que todo el personal de la penitenciaría estaba bajo investigación por la atención médica que el sicario recibió en ese lugar.

El siguiente día por la noche en Cancún, cuando autoridades de la cárcel hacían preparativos para realizar un traslado de reos al CERESO de Chetumal, Verónica May, directora del sistema penitenciario del Estado, divulgó al Por Esto que Alberto Rojas García ya no era director del penal y en su lugar quedaba el subdirector, Horacio Escobar Martínez.

El traslado de reos por cierto, se llevó a cabo a eso de las 4:30 horas. Entre los reclusos se encontraba el propio Alan Cortés Canto, el sicario atendido médicamente en la Cárcel e identificado también como el líder de la banda de Los Sureños.

Eso generó la presencia de reporteros que en los noticieros matutinos dieron a conocer ese mismo viernes, además de la noticia del traslado, la novedad de que el director de la Cárcel de Cancún había sido cambiado.

Verónica May dio a conocer –de propia voz- en ese momento el cambio de funcionario. Incluso, explicó que la decisión tomada era una orden de su jefe, el secretario de Seguridad Pública, Miguel Ángel Ramos Real.

EL DESMENTIDO

A nadie le pareció extraña la noticia considerando los antecedentes recientes. Pero pocas horas después ese viernes, algunos periodistas corrieron la voz de que el secretario de seguridad pública desmentía a su subalterna.

Ramos Real, quien estuvo ese día en Cancún, fue consultado vía SMS por Expediente Quintana Roo sobre el particular. ¿Confirma cese del director de la cárcel de Cancún?, se le preguntó.

“No hasta hoy”-fue la repuesta del funcionario.

Pero al cuestionarlo sobre las razones por las que Verónica May hizo el anuncio, ya no hubo más comunicación. Los intentos por hablar telefónicamente con el funcionario fueron infructuosos.

Más tarde ese día, el secretario concedió una declaración a la oficialista Radio Caribe del SQCS, para aclarar que Alberto Rojas García continuaba al frente de la Cárcel de Cancún. “No fue cesado, las investigaciones siguen y él está trabajando”, afirmó.

Después de esa declaración, Verónica May también cambió la suya. Corrigió y dijo que “todo seguía igual” y que la decisión de hacer cambios en la cárcel de Cancún era una facultad directa de Ramos Real.

Al final de la “confusión” o el inexplicable cambio de señales, Horacio Escobar Martínez, subdirector de la cárcel de Cancún fue consultado y tras pronunciar un “no sé cómo está la cosa”, reveló que Alberto Rojas García, no se encontraba laborando en esa penitenciaría.
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