Cambio climático: catastrófico para Cancún en dos décadas
Por:
Expediente Quintana Roo
Publicado:
Quintana Roo, en una de las tres
zonas más vulnerables del país por el cambio climático. Formará parte de
programa piloto con el gobierno de Japón para adaptarse a ese proceso
irreversible. Hacer diques para contener la crecida del mar, una propuesta.
Pérdidas de miles de millones de dólares.
Por: Hugo Martoccia
En 2030, el mundo podría enfrentarse
a una nueva realidad. El aumento de dos grados centígrados en la temperatura
global traerá como consecuencia más calor al mar, huracanes más potentes,
crecida de las aguas, y precipitaciones torrenciales.
Tabasco, las zonas de agricultura de
la cuenca del Rio Bravo, y Quintana Roo, serán los lugares más afectados de la
República.
En este estado, tres zonas sufrirán
un impacto total. Según el Instituto Nacional de Ecología (INE) las zonas más
vulnerables son las bahías de Sian Kaan y Chetumal, que quedarán bajo el agua. Pero
toda la costa está en riesgo de una inundación por aumento del mar entre uno y
dos metros.
Y para Cancún y las zonas
turísticas, el pronóstico es de catástrofe.
“Bajo los escenarios de cambio
climático, las afectaciones a las actividades turísticas de zonas de playa como
Cancún estarán asociadas a daños materiales en cientos de hoteles, miles de
cuartos y miles de millones de dólares dejados de percibir por la retirada de
vacacionistas y el descenso general de la demanda de servicios turísticos”,
dice el INE.
Ante este escenario, el estado
apenas ha empezado la etapa de difusión del plan estatal contra el cambio
climático. El proyecto de Programa de Desarrollo Urbano (PDU) de Solidaridad,
que no contiene una sola palabra del cambio climático, es un ejemplo de que la
clase política y empresarial no han tomado debida conciencia de lo que pudiera
suceder.
El caso del proyecto de PDU de
Solidaridad, con un horizonte al año 2050, es paradójico, porque planea a largo
plazo sobre un territorio que podría tener dos metros de agua encima para ese
entonces.
Proyecciones
de miedo
El coordinador del Programa del
Medio Ambiente del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Héctor Mayagoitia
Domínguez, lo dice con palabras directas:
“Si no se toman medidas la situación
va a ser más grave. En el caso de México, Tabasco, Quintana Roo y el delta del
Río Bravo, van a ser los más afectados en ese aspecto”.
En los estados del Caribe o el Golfo
de México, el problema es que “con el diferencial de temperaturas en el mar,
los huracanes van a ser más frecuentes y las lluvias torrenciales”.
En el caso del norte de la
República, el tema es diferente. “Lo más
grave para nosotros será en la agricultura”, explicó, “en el norte, al subir la
temperatura, la poca humedad que hay en el suelo se evapora más rápido, y
consecuentemente se pierden las cosechas”.
Por eso, el también ex director del
IPN y ex gobernador de Durango, dijo que para la Cumbre Climática de Cancún,
COP 16, que se realizará entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre en esta
ciudad, hay que concentrarse en mantener los acuerdos ya logrados, antes de
avanzar sobre asuntos de muy difícil resolución.
“No va a haber acuerdos, lamentablemente,
no va a haber, por eso esperamos por lo menos que se ratifiquen los acuerdos de
Copenhague”, dijo.
Esos acuerdos incluyen 100 mil
millones de dólares que ofrecieron para ayudar a los países en desarrollo, para
hacer frente a las medidas de adaptación al cambio climático, y un acuerdo para
que la temperatura global no suba más de dos grados centígrados. Hasta ahora ha
subido 0.9 grados.
“No es suficiente pero peor sería
que llegáramos a cinco grados, que sería el acabose, no del globo terráqueo,
pero sí de la vida humana”, aseguró Héctor Mayagoitia.
Pero aún los dos grados centígrados
de aumento ya son un problema que requerirán de muchos cambios. “Está
perfectamente demostrado, hasta económicamente, que arriba de los dos grados
centígrados, los efectos van a ser serios en todo el mundo”, explicó.
Si no se frena el calentamiento
global, ese escenario llegaría en 20 años, para 2030.
¿Una salida?
Según el INE, tan sólo dentro de 10
años la temperatura en Quintana Roo aumentará entre 0.8 y 1.2 grados. Por eso,
esa dependencia federal ha propuesto a la península de Yucatán como el lugar
perfecto para un plan piloto con el gobierno de Japón.
El programa entre ambos gobiernos,
que se pondrá en marcha el año que viene, buscará determinar cómo pueden las zonas más vulnerables
al calentamiento global adaptarse al cambio climático, principalmente en lo que
tiene que ver con lluvias extremas y huracanes.
La coordinadora de cambio Climático
del INE, Julia Martínez Fernández, dijo que el gobierno japonés invitó a
técnicos del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, y otros del INE, para
observar un simulador climatológico que demostró el impacto de huracanes cada
vez más fuertes y lluvias interminables.
“Los japoneses están verdaderamente
interesados en que en la península de Yucatán se lleve a cabo un programa de
adaptación al cambio climático, con Quintana Roo, Yucatán y Campeche”, dijo.
“Los temas centrales serían áreas
costeras, agricultura, y recursos hídricos de la península bajo escenarios de
cambio climático”, agregó.
La idea central del programa es
“adaptarse” al cambio climático, antes de pensar en mitigarlo. ¿Y qué significa
adaptarse? Algunas cosas que uno sólo pensaba eran malos sueños.
*Concentrarse en cultivos agrícolas
resistentes a temperaturas mayores y que necesiten menos aguas
*Repensar toda la infraestructura y
el desarrollo.
Ejemplo: si una carretera desaparece
por lluvias extremas, lo primero que hay que pensar antes de volver a hacerla,
es que tanto va a llover en el futuro y con qué intensidad, y preparar materiales acordes.
*Reforestación de manglares
*Reubicar gente que vive en las
márgenes de los ríos o a la orilla del mar, porque serán zonas que quedarán
bajo el agua; y
*Poner diques para que el mar no
avance sobre la costa
Relea los párrafos de arriba; quizá
sea una postal de Quintana Roo en dos décadas.
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