Quiere Playa terminar con el Todo Incluido y cambiar el modelo turístico
Por:
Expediente Quintana Roo
Publicado:
Una remodelación profunda del modelo
todo incluido, acabar con el “servilismo” de los prestadores de turismo, crear
un concepto de cultura turística, y levantar un corredor industrial, los
objetivos de Playa del Carmen para los próximos años.
Por: Hugo Martoccia
Adelantándose a tiempos de crisis
que parecen inevitables para el estado, el municipio de Solidaridad propone
hacer un cambio profundo al sistema de turismo Todo Incluido, que no derrama
dinero al resto de la sociedad, y ha convertido a los hoteles en verdaderas mini
economías dentro de la economía estatal. Máquinas de hacer dinero que termina
fuera del país.
Pero el cambio debe ser también más
profundo. La propuesta es casi un relanzamiento de la industria sin chimeneas
en su relación con el estado, y propone cosas como terminar con el “servilismo”
para atender los visitantes, y trabajar en un concepto de “cultura turística”.
El proyecto, que podría cambiar la
cara de la Riviera Maya en los próximos años, también se enfoca en la
posibilidad de vincular las comunidades indígenas y rurales con el desarrollo
turístico, la creación de una industria ligera y mediana que provea al sector
hotelero, y también ligar a Mérida con el mercado de visitantes de la región,
explotando la faceta cultural de la ciudad blanca.
Los trazos gruesos de ese proyecto
se presentan en el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) de Solidaridad, que el
Ayuntamiento y diversas ONG’s discuten actualmente.
Más allá de algunos aspectos muy
polémicos que tiene el proyecto de PDU de Solidaridad, que podrían terminar de
convertir al lugar en una mala copia de Cancún (Expediente Quintana Roo lo
publicó dos semanas atrás) el documento también ha incluido conceptos sobre el futuro del municipio, con el
objetivo de que el éxito turístico no se quede en unas pocas manos.
Los temas planteados y debatidos
tienen que ver con el futuro de Quintana Roo, en un momento en el cual el motor turístico parece
haber perdido vigor.
El
fin del Todo incluido
Uno de los aspectos centrales que se
ha manejado es la necesidad de cambiar el concepto del Todo Incluido. En el
análisis que se hace en el documento sobre este sistema es muy claro. Dice el
texto:
“La mayor parte de la oferta y por ende de los
visitantes que recibe la Riviera Maya estáconstituida por las instalaciones hoteleras que trabajan bajo la oferta
de “Todo Incluido”.
Podemos
decir que este esquema de servicios, presenta los siguientes efectos negativos:
·La gran mayoría de los operadores son empresas extranjeras
desvinculadas de las aspiraciones y la problemática nacional.
·No generan prácticamente ninguna derrama económica
al resto de las instalaciones turísticas.
·Un gran número de estos operadores lo hace bajo una
fórmula “cerrada”, donde la cadena de prestadores de servicios son parte de la
misma organización: la agencia de viajes que contacta al turista, el
transportista que lo trae a nuestras tierras, el tour operador que lo “mueve”
en este destino, y, por último, el hotel forman parte de una misma
organización; por lo que no permiten la diseminación de la derrama económica del
gasto turístico”.
El
análisis es bastante claro con respecto a que este sistema ha creado economías
que están dentro del estado, pero cuya única vinculación con lo local tiene que
ver con los empleos que generan, muchos de ellos de baja calidad. El grueso del
dinero pasa de las manos del turista a la cuenta del dueño del hotel, que
seguramente está en España o en un paraíso fiscal del Caribe.
Cultura
turística
“Una
cultura donde la eficiencia vaya por encima del servilismo puro; sin
menospreciar la calidez y buen trato de los quintanarroenses”. Esa frase es la
que engloba lo que se quiere hacer en este aspecto. Y sería un cambio de fondo
para la forma de entender el servicio turístico en el estado, en donde siempre
ha privado el servilismo.
Sólo hay
que pasearse por algunos bares de turistas y ver cuál es la exigencia que se
les demanda a los meseros en su trato con el público.
El Ayuntamiento de Solidaridad
propone poner en marcha programas para orientar el trato al turista, para
elevar la calidad del servicio pero también la dignidad del trabajador.
Y también se hace mucho hincapié en una
cultura turística que cambie las rutas y las alianzas.
Para poner en marcha esta
vinculación del turismo con la cultura, “se ha planteado una serie devialidades que comunican los
nodos de desarrollo turístico del Municipio con: zonasarqueológicas, sitios de
interés ecológico; y con algunos sitios de interés como Mérida y Holbox,para generar circuitos
culturales turísticos”.
La
mención de Mérida, una ciudad con un sinfín de aspectos culturales de todos los
órdenes, es el aspecto más revolucionario, y acaso más difícil, de ese
proyecto.
Industria y agricultura
Otro
interesante proyecto es la creación de un corredor en donde se instale la
industria ligera y mediana, y vincularla con los hoteles.
El
objetivo es que esas industrias “vengan a contribuir a la satisfacción de
cientos de insumos perecederos y no perecederos que demanda la industria del
turismo como: la producción de mobiliario hotelero; la confección de toallas,
sábanas y otros materiales textiles”.
El
gobierno espera que esto genere más empleo y mejor pagado, y que la derrama del
gasto del turista llegue al pueblo, con lo que espera un cambio “radical” en
las condiciones de vida municipales.
El reto
es importante, porque en los más de 30 años de éxito turístico, el estado nunca
pudo vincular ni la industria ni la agricultura a este sector, perdiendo una
enorme posibilidad de desarrollo en otras áreas.
Lo mismo
con el aspecto rural. El gobierno municipal considera que es “urgente” la
necesidad de incorporar nuevos sectores de la población al desarrollo productivo.
Al
respecto, dice que se pone “especial énfasis” en incorporar a las poblaciones
rurales del municipio a los procesos productivos, así como la creación de
accesos que permitan su vinculación con el resto del municipio y del estado.
La idea
incluye también “establecer circuitos etnológicos y ecológicos” en las
comunidades indígenas, lo cual a priori parece algo más complicado.
Repensar
el modelo
En Solidaridad entendieron que las
crisis de los últimos años fueron un llamado de atención que hay que tomar muy
en cuenta.
El análisis del gobierno puso
énfasis en la “dependencia casi absoluta del turismo como motor del desarrollo”,
y en las debilidades del propio modelo de desarrollo turístico, basado en gran
parte en la oferta de instalaciones hoteleras Todo incluido.
“Cientos de negocios pequeños y
medianos que se dedicaban al negocio turístico en forma directa o indirecta, se
vieron muy afectados e incluso tuvieron que cancelar sus operaciones por la
crisis que padeció la Riviera Maya en los meses anteriores, con la disminución
de los turistas arribados y el menor gasto de los mismos”, explica.
Todos saben que la Riviera Maya es
un espectacular negocio que hay que cuidar. Más de 36 mil cuartos hoteleros, y
dos mil millones de dólares de ingreso, que dejan los 2.8 millones de
extranjeros que llegan cada año.
Los intentos de debatir sobre la
dirección del desarrollo turístico son buenos, aunque podría haber sido un
debate más público.
Sería
bueno, además, lograr un equilibrio entre
una parte del proyecto, que podría llevar a una sobre densificación de la
Riviera Maya, con esta otra parte superadora y con visión de futuro.
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