Septihambre, identidad cancunense, comodidad para el sector turístico


Tradicionalmente es la recesión económica en el sector turístico y la pérdida cíclica del empleo. En treinta años se ha convertido para bien o para mal, en la identidad del cancunense. Y para el gobierno es siempre un recordatorio de un problema que su política turística no ha sido capaz de resolver.

Por: Esmaragdo Camaz

Nadie sabe bien a bien cuándo y cómo surgió el término Septihambre. Es una palabra del dominio público y es quizá, la única auténticamente cancunense. Es también el único signo de identidad entre los habitantes de la ciudad. Todos –en sus respectivos estratos sociales- la padecen y por lo mismo, todos la repiten. Y no hace falta para un habitante de Cancún –además- definir su significado.

Septihambre es en definitiva –pese a que muchos les moleste-, identidad cancunense.

Para bien o para mal, el término es también un recordatorio constante para las autoridades del Turismo que tienen en esta simple palabra un grave problema que no sólo han dejado de resolver en los últimos treinta años, sino que ahora, con Sara Latife Ruiz Chávez al frente del sector, Cancún registra su menor nivel de ocupación para una temporada baja en toda su historia: 28.9 por ciento.

Así lo dio a conocer la Asociación de Hoteles de Cancún apenas el pasado 29 de Septiembre, cuando destacó que esta cifra no se registraba desde hace 20 años.

El cancunense común y no el historiador oficial, puede sin compromiso político, económico o histórico, hacer un poco de memoria para dilucidar sobre la aparición de la palabra Septihambre.

Los primeros cancunenses, muchos de ellos yucatecos que habitan en las súper manzanas del centro de la ciudad, ofrecen ésta anécdota de 1988 como el nacimiento del término Septihambre:


-En el noticiero estelar de Televisa, que en ese entonces era 24 Horas, el periodista Jacobo Zabludovsky, anunció –tras el paso del huracán Gilberto-, que Cancún había desaparecido-.

“Y fue desde entonces cuando el turismo dejó de venir y empezó el problema de Septihambre”-, coinciden los vecinos de esas zonas.

Otros afirman haber escuchado mencionar el término, incluso algunos años antes del paso de Gilberto. Mientras que para los cancunenses que llegaron después de ese primer súper huracán, la palabra les es familiar. La recuerdan desde siempre. Aunque en todos los casos, nadie es capaz de adjudicarle a alguien en particular la autoría de tan original expresión.

En definitiva, el origen del término Septihambre es el vulgo y se puede considerar los ochentas como su nacimiento. Y si bien surgió en Cancún, el término se ha extendido en los últimos años a gran parte del estado de Quintana Roo, particularmente en el corredor turístico del norte, desde la Isla de Holbox, al extremo norte de la entidad, hasta Tulum, municipio que cierra este desarrollo, ya colindante con la zona Maya de Felipe Carrillo Puerto.

Pero esta tendencia, que al margen de lo anecdótico es en verdad un viacrucis laboral, ha trascendido más allá de Septiembre, pues en las calles de Cancún ya se escucha hablar también de Octhambre, aunque en realidad esta recesión cíclica termina hasta Noviembre, que en ese caso, sería Novhambre, o algo así. Y ya con tres meses sin empleo, esto sería –a decir de cualquiera de los muchos cancunenses en aprietos-, una temporada de hambre, o sea, una Tempodehambre, dicho así a fin de respetar el juego silábico con el hambruno sufijo en cuestión.

Con estos antecedentes histórico-etimológicos, esta podría ser una definición de la palabra:

Septihambre (Del lat. september, -bris / Vulg. *famen, -ĭnis).- m. Temporada del año en que la economía entra en recesión en el corredor turístico del norte de Quintana Roo, México; afectando desarrollos como Cancún, Playa del Carmen, Riviera Maya, Tulum y las islas: Holbox, Mujeres y Cozumel. Este período dura de Septiembre a Noviembre de cada año y genera la pérdida de miles de empleos.

Ya visto así, el término Septihambre es mucho más que una simple palabra producto del ingenio de la chunga popular.

Septihambre, en su momento históricamente más crítico

Los números de este Septihambre 2010 son crudos, severos, y dan una idea de cómo este período va pasando de un punto de identidad anecdótico, a un asunto de extrema urgencia para la economía de Quintana Roo.

Abelardo Vara, uno de los hoteleros más reconocidos en Cancún, ex dirigente de ese gremio y a últimas fechas un duro crítico y autocrítico de la industria de la que forma parte, le dijo al Por Esto en relación a los 28.9 puntos porcentuales de la ocupación hotelera de este Septihambre 2010, lo siguiente:

"Es que no sólo es una de las más bajas sino que además, es más baja que lo que tuvimos el año pasado, y eso es grave porque en el 2009 la influenza nos marcó como destino y más en temporada baja, mientras que ahora se lo debemos achacar a la violencia, al cierre de Mexicana y otras tantas cosas que afectan a la actividad turística hoy en día".

La situación del Septihambre 2010 es tan grave que aquí hay más evidencia:

“Al lo menos 10 hoteles del centro de la ciudad de Cancún pasan por una situación difícil, dos de estos tienen cero cuartos ocupados y los restantes ocho, sólo presentan un diez por ciento de ocupación, que no llena ni siquiera los parámetros de productividad ni ganancias para mantenerlos abiertos”, así lo reveló el 31 de Septiembre pasado al diario El Periódico, Juan Carrillo Padilla, presidente de Turismo de la Cámara Nacional de Comercio.

Mientras en la Riviera Maya, en este momento hay al menos diez hoteles cerrados, y sus 150 trabajadores están de “vacaciones forzadas” sin goce de sueldo. Es decir, que están sin trabajo, pero tampoco han sido liquidados conforme a derecho.

Este formato por cierto, no está considerado en la Ley Federal del Trabajo. Es ilegal pues, pero por la tradición o porque es parte de nuestra identidad, el hotelero –argumentando la conservación de las fuentes de empleo-, ya encontró cómodo no asumir la responsabilidad con sus empleados.  

Carlos Jasso Gutiérrez, otro destacado hotelero, este de la Riviera Maya, plantea lo que se ha convertido en una costumbre para los empresarios del sector:

"Estamos hablando aproximadamente de 10 hoteles cerrados, donde laboran como mínimo 150 personas, a las cuales le están dando vacaciones temporales y de esa forma evitar lo despidos y, mantener la plantilla laboral, que es la intención de los hoteleros en estas temporadas bajas… ya, inclusive es una costumbre de los hoteleros que tienen varios años aquí, que esta temporada baja aprovechan hacer remodelaciones, y es que como les he pedido, les he exhortado a los propietarios, que lo que cuiden mucho es la planta laboral, hay medidas que se pueden tomar sin que se pierdan las fuentes de empleo como las vacaciones temporales".

Trabajadores del turismo, los más golpeados por el Septihambre

Con la complacencia de autoridades del Trabajo y líderes sindicales, éste interés de los hoteleros de “conservar el empleo” en Septihambre, se ha convertido en realidad, en una lápida para la clase trabajadora, la que siempre absorbe –por cierto- los golpes más duros.

Si se hiciera respetar la Ley Federal del Trabajo, los empleados serían liquidados por el patrón y con esos recursos podrían subsistir los tres meses de la recesión, para regresar en Diciembre a sus fuentes de trabajo. Pero en el modelo actual, los beneficiados son exclusivamente los empresarios, el gobierno y los líderes sindicales.

Los primeros se deshacen de sus empleados sin que les cuesten y aplican recursos en cambio, para remodelaciones y reposicionamiento de sus negocios, lo cual por cierto, es benéfico para el sector.

Mientras el gobierno por su parte, se queda en la parte más cómoda, pues no se confronta con los patrones, pero tampoco con los empleados, y sólo interviene de forma ocasional cuando alguna de las dos partes entra en conflicto.

Los líderes sindicales por su parte, navegan en ambos lados. Para los empresarios son sus aliados y al gobierno sirven como negociadores con la clase trabajadora.

Pero los números, que más fríos que la retórica son contundentes, marcan los efectos y las cada día más delicadas consecuencias del Septihambre.

Apenas en agosto pasado, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados, delegación Cancún, anunciaba el despido hasta de mil 600 trabajadores, resultado del impacto cíclico del Septihambre.

“La crisis económica en la presente temporada baja es consecuencia de la baja ocupación hotelera y la oferta de “Todo Incluido” los obligará a efectuar despidos masivos de incluso mil 600 trabajadores”, le declaró al diario Quintana Roo Gráfico, Fernando Vargas Aguilar, presidente de los restauranteros.

Y la proyección para este Septihambre 2010 de Carlos Hernández Blanco, secretario del Trabajo de Quintana Roo, es todavía peor:

“El sector restaurantero espera pérdidas del 40 por ciento; el hotelero hasta un 45 por ciento, mientras que prestadores de servicios hasta un 70 por ciento. Quintana Roo se coloca así en una tasa de desempleo del 4.9 por ciento, todavía un poco debajo de la media nacional, que es del 5.3 por ciento”, destaca el funcionario, aunque esto último no sirve al ánimo del trabajador que está en casa tratando de sobrevivir con su familia.

El gobierno al margen del Septihambre

En una estrategia por demostrar que la economía del Turismo en el norte de Quintana Roo es aceptable y justo cuando estamos en el Septihambre de cada año, Jesús Almaguer, titular de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún, un organismo de corte gubernamentalista, hizo circular en medios de prensa una estadística de la Asociación de Hoteles del Caribe, en la que Cancún.
  
En ese concentrado, República Dominicana va a la cabeza con 1´918,334 de visitantes de Enero a Junio de este año. En segundo y tercero lugar se ubican, Cancún, con 1´591,744 y Riviera Maya, con 1´506,179. O sea, no somos primer lugar.

Pero además, estas cifras no tienen ninguna importancia cuando en la mesa de los trabajadores falta la comida para sus hijos durante el Septihambre. Y de esos casos, hay muchos.

En otro renglón de este complejo engranaje tras el término Septihambre, destaca la responsabilidad de las autoridades de Turismo del gobierno estatal.

El 25 de Enero de 2009 el gobierno de Quintana Roo entregó a Sara Latife Ruiz Chávez, la Secretaría de Turismo con un supuesto 12 por ciento de incremento de la actividad comercial del sector. Hoy, a unos meses del fin del sexenio -como ya citaron hoteleros-, la ocupación hotelera se desploma rompiendo todos los récords históricos de una temporada baja: 19 por ciento.

Ese doce por ciento de incremento en la actividad por ciento, corresponde al informe que presentó el hoy diputado federal, Carlos Joaquín González, quien en ese entonces entregó la Secretaría de Turismo a la funcionaria en cuestión. Otorgar credibilidad a esta cifra, dada a conocer por Joaquín González en la víspera de su lanzamiento como candidato a la diputación que ejerce hoy, es una decisión exclusivamente de cada lector.

En cuanto al desempeño de la titular de Turismo, Sara Latife Ruiz Chávez, la pregunta es clara.

¿Qué hizo todo este tiempo? En los objetivos y metas de la Secretaría de Turismo estatal a su cargo no están contempladas acciones que resuelvan el grave problema del Septihambre.

En el apartado de Metas, Objetivos e Indicadores de Gestión de la Secretaría de Turismo, en lo relativo a Indicadores de gestión, Planeación y Desarrollo Turístico, documento que plasma el plan de acción de la funcionaria, éste marca como objetivo estratégico, lo siguiente:

“Consolidar a Quintana Roo como un multidestino turístico líder con empresas altamente competitivas que ofertan productos de alta calidad, con pleno respeto a los entornos naturales, sociales y culturales, donde el estado tiene el papel de facilitador para generar las condiciones favorables para la inversión privada”.

¿Y la temporada baja, o sea, el Septihambre?

Desde su ingreso a la secretaría de Turismo, esta funcionaria ha destacado más por sus escándalos que por su trabajo serio destinado al fortalecimiento de la economía que para Quintana Roo es la única economía en verdad importante, por su volumen de operaciones: el Turismo.

No tenía un año en el cargo y aún sin resultados, la funcionaria fue noticia nacional por su abrupto reclamo de querer ser gobernadora. El 10 de Diciembre de 2009, el diario El Universal consignó:

<<Que una expresión podría costarle el cargo o ser el pretexto para su lanzamiento como precandidata a la gubernatura de Quintana Roo son las versiones que circulan desde la víspera, sobre el discurso pronunciado por la titular de la Secretaría de Turismo del estado, Sara Latife Ruiz Chávez, quien durante una reunión con mujeres militantes de su partido, el PRI, afirmó que la actitud y la autoestima de las mujeres "es una cuestión como la juventud y la vejez, la piel se puede arrugar; es como el pi&$? de los hombres y sus hue#%&... se les van a caer">>.

Meses después de este suceso y cuando la lucha por la sucesión gubernamental de abril, mayo, junio y julio pasados también eran meses para los preparativos contra el Septihambre, la funcionaria no ofreció acciones de prevención contra esta circunstancia cíclica.

Dentro de sus credenciales que la hicieron acreedora al cargo de secretaria de Turismo, destaca –según informó en su oportunidad el Gobierno Estatal-, su paso como diputada y secretaria de la Comisión de Turismo en la Cámara baja.

En su récord de iniciativas y propuestas destacan en algunos casos, acciones que favorecen a los empresarios del turismo, pero no a la clase trabajadora del sector. No hay en todo este registro, una línea de texto que se refiera al Septihambre, es decir, a la temporada baja de los destinos turísticos de Quintana Roo, un asunto de vital importancia para el país, si se considera su supremacía nacional en materia de turismo.
Cualquier persona relacionada con el sector en Quintana Roo sabe del Septihambre. La funcionaria en cuestión fungió incluso en alguna ocasión como directora de Turismo en Cozumel.

La funcionaria está ligada al turismo sin duda, pero no hay registro de acciones encaminadas al bienestar de la clase trabajadora.

Información útil para el elector.

La bloguera cancunense que no podrá escribir más por el Septihambre

El asunto del Septihambre es una parte de la vida de los cancunenses y no buscar soluciones y previsiones para afrontarlo es algo que sólo se entiende si a Usted no le afecta.

Hay muchos casos que no dejan lugar a dudas sobre la trascendencia de este término tan simple en su concepción, pero tan complejo en su repercusión social.

Ana Karen, una bloguera cancunense de 20 años que administra FRAGANCE un sitio altamente socorrido por jóvenes de todo el país y el mundo, ha escrito y descrito en uno de sus más recientes post, las razones por las que dejará de escribir un tiempo y que dejan claro que el impacto del Septihambre es tan importante, que es capaz de parar las actividades productivas que parecen incluso, las más elementales.

Aquí su texto del 8 de Octubre 2010:

Bueno, como están? Yo medio bien….medio……en realidad nunca puedo sentirme 100% mal, así que sería un medio bien nada mas….. porque, parece que me voy a quedar sin internet otra vez…y ahora sí, no sabría hasta cuando U__________________U ….


Ya notaron el patrón? La gente que ha visitado esto los casi 2 y medio que llevamos sabrá que es por estas fechas que la pasamos mal….no en casa, si no en la ciudad en general porque, la mayoría de los trabajos en Cancún dependen del turismo y este mes….bueno, imagínense que aquí llamamos “SEPTI-HAMBRE” al mes en que empieza todo…y esta temporada muerta dura hasta noviembre….

Así que, en casa se implementa el plan de “Ahorremos para las emergencias” (lo que se traduce en “ahorremos para cuando haya temporada baja” que casualmente también se acompaña de la “temporada de ahorro contra huracanes” ) así que…..se hace lista de cosas que podemos evitar pagar…y entre ellas, se lleva mi internet x____x ya que según mamá y papá …no es algo indispensable….. y, bueno, ya que no tenía planeado salirme de trabajar….pues lo de mi última semana se fue en comida, hospital….internet….y más comida, así que su servidora está en bancarrota.

Esa es la historia del porque me quedare sin internet por tiempo indefinido… auch, ahora si me va a doler…lo juro x_x

En fin…. al mal tiempo buena….ne? Ya pronto estaré en búsqueda de trabajo…solo quería sentirme al 100% para no llegar con cara de zombie a las entrevistas xDD”

Hasta aquí el texto de esta afligida bloguera cancunense.

¿Cómo le pega Usted el Septihambre y cuál es su opinión de todo esto?
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