Causa Banco Azteca daño sicológico a chetumaleños; Infovir convertido en agente inmobiliario
Por:
Expediente Quintana Roo
Publicado:
Otrora institución dedicada a
otorgar créditos para vivienda de interés social, Infovir se ha convertido hoy
en un agente inmobiliario del poderoso Grupo Salinas, generándole millonarias
ganancias para ambas partes, mientras aquellos que se embarcaron con estos
créditos viven entre el temor y la zozobra de perder su patrimonio pues no
pueden continuar pagando más intereses sobre intereses pese al acoso constante
del que son objeto.
Por: Esmaragdo Camaz
María Silvia del Socorro Dzib Puc y
su esposo son burócratas y trabajan en labores de intendencia. Juntos ganan
unos dos mil pesos a la quincena y ya con todas sus prestaciones no juntan ni 5
mil pesos al mes. Tienen dos niñas, una de 10 y otra de 11 años. Las niñas
lloran cada vez que el hombre de Banco Azteca llega al cuarto en que viven y
les reclama porqué su mamá va atrasada en los pagos por el pie de casa de
habitan.
Esta mujer ahora está peor que en
2007, cuando ilusionada con adquirir un patrimonio, se metió a este problema motivada
por funcionarios de un organismo del gobierno estatal llamado Instituto de Fomento a la
Vivienda y Regularización de la Propiedaddel Estado de
Quintana Roo (Infovir). Su error fue comprarles a estos defraudadores.
Antes de embarcarse en
esta aventura, María no tenía patrimonio, pero al menos no tenía la impagable
deuda que hoy enfrenta. Y sobre todo sus hijas, su marido y ella misma, podían
dormir si no tranquilos por las carencias de su condición económica, al menos
no tenían encima a un hombre mal encarado, grosero y amenazador que se les
aparece cada semana para someterlos al ataque sicológico.
Un médico con facilidad
puede documentar el daño sicológico que el hombre de Banco Azteca causa a sus
hijas y a ella misma, dice María.
A esta condición que
enfrenta María hay que agregar cómo es el cuarto en que viven. Es de 3 por 4
metros, es decir, 12 metros cuadrados, esto por decir lo menos, es una burla. La
habitación, llamada oficialmente “pie de casa”, es atentatoria al estándar
mundial de vivienda digna, que marca claramente la división entre cuartos y un
espacio mínimo para una cocina, una estancia, un baño y dos habitaciones.
Este invento teórico,
retórico y demagógico de un cuarto amorfo llamado pie de casa que supone
permitirle al derechohabiente la libertad de “crecer” como quiera y de acuerdo
a sus necesidades, es otra de las aberraciones de sus creadores que no
entienden algo básico: ¿Cómo va una familia en estas condiciones a construir
para crecer si apuradamente tienen para comer?
Pero además, este cuarto le
está costando a esta mujer una cantidad que raya en lo ridículo: 250 mil pesos.
Con los casi 5 mil pesos
que este matrimonio gana cada mes, María necesitaría unos cuatro años para
pagar esa cantidad. Esto siempre y cuando deje de comer ella, su esposo y sus
hijas. Tendrían además que quedarse a vegetar en el cuarto para lograr una
total inmovilidad que le impida generar algún tipo de gasto. Pero ya en ese
plan, el matrimonio perdería el trabajo, las niñas la escuela y la familia completa
moriría de inanición, aunque esto a la vez, ya sin vida, los dejaría sin la
posibilidad de pagar la deuda.
Este escenario ridículo
ya es una estupidez. Así es el caso de esta mujer y de muchas más que viven lo
mismo en un asentamiento humano, que por sus características es considerado
como inhumano, y que es conocido en Chetumal con el nombre de “Nueva
Generación”.
Transacciones y desarrollos ilegales
Las ilegalidades del
desarrollo de este asentamiento humano y las operaciones de esta dependencia
son tantas, que ordenarlas y hacerlas medianamente entendibles al lector es
todo un reto.
Una propiedad de las
características descritas en ese asentamiento humano no tiene un precio mayor a
40 mil pesos, a decir de inmobiliarios particulares establecidos en Chetumal.
¿Pero cómo es que María
debe pagar 250 mil pesos por este inmueble?
La razón es simple. Un
individuo de nombre Ricardo Pech Gómez, que trabaja como director general del
Infovir, operó como agente inmobiliario ante Banco Azteca para realizar una
transacción que es común entre los desarrolladores de vivienda.
A diferencia de la
Iniciativa Privada, este individuo hizo uso de los recursos públicos para
promover este desarrollo de 569 cuartos y consiguió haciendo uso del nombre del
gobierno del estado, un grupo de personas necesitadas de una vivienda. Con
estos compradores potenciales, negoció con Banco Azteca un crédito para
construir los cuartos con un costo global calculado de 68 millones 280 mil
pesos. El costo de los mismos sería pagado por los clientes y en prenda
quedarían las propias viviendas, a favor del Banco, claro.
O sea, Pech Gómez cerró
una operación netamente comercial cuando la naturaleza de su trabajo y la
institución que dirige es del interés social y no el comercial.
Pero hay más. Este sujeto
operó como una inmobiliaria privada siendo una Institución de Gobierno. Para enganchar
la operación cada una de estas personas pagó al Infovir 8 mil pesos. Es decir, esta
Institución se embolsó 4 millones 552 mil pesos.
Con todo este líquido, una
aportación adicional del gobierno federal equivalente a 43 mil 780 pesos y un costo de construcción de 120 mil pesos por
cuarto –edificación asignada a la empresa Promocasa-, el precio final de cada
propiedad es de 68 mil 220 pesos.
¿Pero cómo puede un cuarto costar eso cuando su costo de
construcción fue superior a su precio de venta?
La razón es un subsidio gubernamental.
¿Pero entonces cómo es que María debe pagar 250 mil pesos aún si
en teoría le están aplicando “la ayuda” del gobierno a través de ese subsidio?
Porque la Institución que financió el proyecto –Banco Azteca-
carga intereses por retrasos. Y como la transacción es netamente comercial,
esta empresa no tiene miramientos en aplicar sus propios procedimientos.
El voraz crédito de
Banco Azteca
El sistema de cobranza de los créditos de Banco Azteca es conocido
como “pagos chiquitos” y funciona de esta forma. El pago es semanal y la
cantidad que el cliente debe pagar ya incluye sus respectivos intereses de
origen.
Pero si el cliente se retrasa una semana –cosa muy común-,
entonces el sistema le carga a la siguiente semana un interés adicional por la
semana que no pagó a tiempo, es decir, que el cliente ya está pagando dos
cargas de intereses.
Y si el retraso es de dos semanas, entonces la carga de intereses
es tripe. Y así consecutivamente, es decir que cada pago semanal tiene sus
propios intereses moratorios, además del interés global del crédito. A la hora
de que el cliente paga, el dilema es pagar capital o intereses, pero como
además el acreditado no termina de entender el intrincado sistema, termina
pagando cuando mucho los intereses más antiguos, sin que nunca pueda alcanzar a
los actuales.
Cobrar cada semana es altamente conveniente para el Banco, porque
en México los trabajadores reciben su salario cada dos semanas. De esa forma,
el cliente seguro falla en la semana intermedia, generándole a Banco Azteca más
ganancias. Este esquema -invención de esta empresa-, se aplica a todo tipo de
créditos. Lo mismo para comprar un juego de sartenes en una tienda Elektra que
para un crédito hipotecario.
Así con esta fórmula leonina y con este juego de cifras
irregulares, este funcionario de gobierno, Ricardo Pech Gómez, cerró el negocio
con Banco Azteca. Él mismo reconoce la procedencia del financiamiento de este
proyecto.
Funcionario confeso
Apenas
el 6 de Noviembre pasado Ricardo Pech Gómez le declaró a El Periódico –queriendo desmentir que vendió la cartera a un banco
privado-, que este asentamiento humano promovido por el Infovir fue financiado
por Banco Azteca. Y agregó que el gobierno federal otorgó un subsidio, mientras
que la institución en la que trabaja donó el terreno.
El
individuo explicó que por esta razón ese banco cobra a quienes adquirieron uno
de los cuartos del asentamiento humano “Nueva Generación”.
Llama
la atención cómo con tanta “ayuda gubernamental” estos chetumaleños tienen que
pagar todavía más dinero a un banco, considerando que la propiedad adquirida
tiene un valor ínfimo en el mercado inmobiliario.
Violaciones a la propia Ley del
Infovir
La Ley del Instituto de
Fomento a la Vivienda y Regularización de la Propiedad del Estado de Quintana
Roo no contempla en ninguno de sus cinco capítulos transacciones de este tipo.
El Artículo tercero del
Capítulo I dice: El Instituto tiene por objeto, contribuir al
ordenamiento territorial, al desarrollo urbano y promover el acceso de las familias a una vivienda digna, a través
de la formulación y ejecución de programas
de ordenamiento, de financiamiento y fomento para la vivienda.
En el Artículo cuarto
relativo a las atribuciones de este Instituto, hay tres apartados que son
claros respecto al manejo de los recursos para el desarrollo de vivienda:
IX.- Fomentar la construcción y comercialización, en su
caso, de lotes con servicios, obras de equipamiento urbano, viviendas y
fraccionamientos de interés social, para su venta o renta a personas que
carezcan de vivienda, y cuya capacidad económica no les permita adquirirla.
XV.- Otorgar créditos a personas de escasos
recursos para que adquieran su lote o vivienda, conforme a lo dispuesto en esta
Ley y su Reglamento.
XVIII.- Gestionar el financiamiento para la
adquisición o construcción de vivienda, procurando el beneficio de la población,
con escasos recursos.
Nada de lo contemplado en estos artículos fue
cumplido a cabalidad.
Los cuartos de 3 por 4 que el Infovir vendió a este
grupo de 569 incautos en el asentamiento “Nueva Generación” no son viviendas.
Mucho menos son dignas. No otorgó créditos para su adquisición, sino fue sólo
un agente inmobiliario de Banco Azteca, institución privada que dio los
recursos para el desarrollo. Y estos créditos por sus condiciones leoninas no
son en definitiva, un beneficio para la población de escasos recursos.
La edificación del asentamiento humano “Nueva
Generación” es en conclusión, una acción violatoria a la Ley del Instituto de Fomento a la Vivienda y
Regularización de la Propiedad del Estado de Quintana Roo.
Pero hay más violaciones.
El 30 de Marzo de 2006 le dieron a Ricardo Pech
Gómez trabajo como director general de Infovir.
La Ley del Instituto de
Fomento a la Vivienda y Regularización de la Propiedad del Estado de Quintana
Roo prevé en su Artículo 15 Fracción IV, que para trabajar en esta posición es necesario
que el interfecto presente además de estudios profesionales,
conocimientos o experiencia en materia de vivienda y ordenamiento de la
propiedad.
Pech Gómez no tiene ese tipo de conocimientos o
experiencia, a juzgar por su experiencia laboral, exhibida en un documento de
Acceso a la Información:
ESCOLARIDAD.- Licenciatura
en Derecho.
· EXPERIENCIA LABORAL.-
A).- Director de Asuntos Jurídicos del H.
Ayuntamiento de Cozumel.
B).- Director de Seguridad Pública y Tránsito en
Cozumel.
C).- Administrador del Hotel Ventanas al Mar en
Cozumel.
D).- Subsecretario de Asuntos Políticos de la
Secretaría de Gobierno del Estado.
Su perfil pues, no encaja en los requerimientos de
la Ley en cuestión y por lo mismo, la permanencia de este funcionario en el
cargo es irregular.
Acciones legales
María y su familia busca ayuda desesperadamente en
organismos no gubernamentales, medios de comunicación y en toda aquella persona
confiable que no pertenezca al Gobierno, porque en este sector ha fracasado en
todos sus intentos de encontrar justicia y soluciones a su problema.
Sus vecinos y ella misma se han manifestado sin
éxito ante diputados locales y otros funcionarios de gobierno, quienes no hacen
respetar las leyes que han sido violadas por el encargado del Infovir.
En su búsqueda, este domingo los vecinos de Nueva
Generación recibieron asesoría de abogados de la Sociedad Cooperativa de
Servicios Jurídicos (SCSJ) y del Movimiento Jurídico Nacional, A.C. El Barzón.
Las primeras acciones legales estarán orientadas a
frenar el acoso de Banco Azteca sobre los habitantes de Nueva Generación y
sobre todo, detener los desalojos que ya se han producido en ese lugar.
Jaime Rendón, socio fundador del Barzón y de la
Comisión de Enlace Nacional, explica:
“Los lanzamientos que se han llevado a cabo
extrajudicialmente, a todas luces ilegales, son parte del problema y se tratará
de recuperar la vivienda a los afectados, y lo primero que se llevará a cabo
como acción será demandar la nulidad de los contratos y la restitución de la
vivienda de los desalojados”.
Sin embargo, este objetivo no será un logro
inmediato, según reconoce el propio asesor legal.
“El caso es grande, no será sencillo y parte del
compromiso será la capacitación para la organización, ya que será fundamental
para el logro de los objetivos, que los afectados comprendan que la
movilización y la vía jurídica serán la vía para que no se vean afectados y
salgan de este problema, caso contrario los seguirán hostigando”.
Por su parte, Nozarim
Espino, del SCSJ, dice que la
tranquilidad y la erradicación del miedo entre los deudores de Nueva Generación
es el paso inmediato en este caso. Explica que ningún deudor será desalojado y
aconseja a los afectados que no deben caer en la campaña de miedo que sobre
ellos ha emprendido Banco Azteca.
Como en todo caso jurídico mercantil en el que un
contrato es la parte central del litigio, Banco Azteca tendrá que acreditar
ante un juez cómo llegó a una cantidad exorbitante de 250 mil pesos cuando el
precio de la propiedad es apenas de 68 mil pesos.
En esa argumentación estará basado el juicio que
por el lado mercantil tendrá que enfrentar Banco Azteca, mientras que por la
vía penal tendrá que responder por el acoso que ejerce sobre los deudores de
Nueva Generación.
Respecto al Infovir y Ricardo Pech Gómez, las
acciones penales también los alcanzan. En unos meses más, cuando este
funcionario probablemente deje el cargo con el próximo cambio de gobierno, su
enjuiciamiento sea más expedito.
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), ya
dejó de proveer recursos al Infovir por las operaciones irregulares de Pech
Gómez, derivados, entre otros casos, de la falta de respaldo de 38 millones de
pesos identificados por la Auditoría Fiscal de la Federación.
Por este caso, diputados de oposición piden que este
individuo comparezca ante el Congreso local para que explique el universo de
las irregularidades que ha cometido durante el desempeño de su trabajo. Pero
con una mayoría de legisladores pro gubernamentales, llevarlo ante los
congresistas es todavía un hecho incierto.
María y las niñas no saben de politiquerías, ni de
abogados y desafortunadamente, tampoco conocen sus derechos y por ende no saben
cómo defenderse. Se dicen un poco más tranquilas ahora que hay quienes las
asesoran legalmente.
Pero el problema persiste tras cada fin de semana. A
diferentes horas las niñas están inquietas y tratan de perderse de la realidad
distrayéndose en sus juegos. Pero cuando voltean y ven venir al hombre de Banco
Azteca la angustia regresa y el temor las hunde una vez más en una realidad que
ellas no logran entender.
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