Arman a escondidas el POEL de Tulum.
De las discusiones participan muy pocos ejidos, y el lobby de hoteleros
españoles presiona para que se adopte el modelo sol y playa de la Riviera Maya.
Otra zona de Quintana Roo camino a convertirse en el negocio de unos pocos.
Por: Hugo Martoccia
Los alcaldes están en la recta final
de sus mandatos, y parece que los urge la necesidad de hacer cambios
fundacionales. El alcalde de Solidaridad, Román Quian Alcocer, decidió cambiar
el Programa de Desarrollo Urbano del municipio, y le dio un nuevo perfil a
largo plazo, que pocos conocen.
Ahora llegó el turno de Tulum, donde
el alcalde Marciano Dzul impulsa la realización del Programa de
Ordenamiento Ecológico Local (POEL) que
tiene escasa participación de la sociedad, y va camino a convertirse en un
nuevo escándalo de ese gobierno.
Las asociaciones Contraloría
Ciudadana por Tulum, y Yaxche, Árbol de la Vida, denunciaron que el gobierno
sólo invitó a dos de los 17 ejidos a participar de los debates sobre el POEL, y
que la consultora encargada del proyecto, la polémica Sylvatica, no ha
establecido claramente los objetivos y metas de las diversas mesas de
discusión, lo que confunde y preocupa.
Por ese motivo, ambas asociaciones
enviaron el pasado 10 de noviembre una carta al titular de la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del estado (Seduma) Javier Díaz Carvajal,
para expresarle su preocupación por la falta de participación de los ejidos en
la discusión del POEL, y la escasa disposición de la consultora para ampliar el
debate.
En un análisis de las mesas que se
han hecho, Xavier Peralta, de la Contraloría Ciudadana Por Tulum, expresó su
preocupación por el ritmo que llevan las discusiones.
“No hubo la difusión adecuada para
que estuvieran bien representados los sectores interesados en lograr un buen
documento, muchos de los participantes nos enteramos por otras fuentes”, dijo.
“Nos demuestra una vez más que no
hay una verdadera disposición de las autoridades por integrar a la comunidad en la toma de decisiones trascendentales”,
agregó, “es obvio que predominan los intereses ajenos a la vocación
ecoturística y socio cultural del municipio de Tulum”.
El
sueño de la nueva Riviera Maya
Esa última parte de la crítica tiene
que ver con que en las pocas mesas de discusión que hubo, no se llegó a un
acuerdo sobre el atributo ambiental fundamental del municipio.
Mientras que la gran mayoría supone
que es gran atributo son los acuíferos, el poderoso lobby de hoteleros
españoles quiere que las playas ocupen ese lugar.
Carlos Meade, de Yaxche, Árbol de la
Vida, hizo un relato sobre esa diferencia de criterios, que vale la pena
transcribir:
*Con el fin de avanzar en la
dinámica, se inició un debate en el que de inmediato se hizo evidente que el
representante de las empresas españolas se pronunciaba por un turismo centrado
en sol y playa, bajo el modelo que, según afirmó, “demanda el mercado”.
*El resto de los participantes
coincidíamos en otra apreciación, en la que visualizábamos un Tulum
desarrollándose con un modelo diferente, basado en el ecoturismo, el turismo
cultural y el turismo rural; todo esto asociado a los elementos característicos
del municipio: las playas no masificadas, la Reserva de Sian Ka’an, la
arqueología, los pueblos mayas, la selva y el sistema acuífero, con sus ríos
subterráneos, sus cenotes y lagunas
*Es importante mencionar que la
visión de la asociación de hoteles de Tulum impulsa de manera firme esta visión
alterna que se resiste a repetir los errores de Cancún y Playa del Carmen, en
donde se apostó todo al crecimiento acelerado y desordenado de un turismo
masivo de sol y playa
En esas líneas, que requieren pocas
explicaciones, se debate el futuro de una zona de gran riqueza, pero también de
gran fragilidad. Ojalá que la discusión sobre ese destino incluya a más gente
que a los mismos de siempre.
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