Juan Carlos González tuvo acuerdos en 2010 con caleseros de Cozumel para no aplicarles la Ley de Bienestar Animal
Por:
Expediente Quintana Roo
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Cozumel.- La falta de compromisos cumplidos de quienes originalmente
permitieron la permanencia de las
calesas en las calles ha generado una situación de conflictos de intereses
entre estos prestadores de servicio y aquellos que dieron su palabra para
coadyuvar en la solución del problema, pues el 16 de Marzo 2010, cuando el
Cabildo derogó artículos de la Ley de Transporte Urbano para prohibir el uso de
caballos, de acuerdo a las adecuaciones de la Ley de Bienestar Animal del
estado de Quintana Roo, el entonces alcalde, Juan Carlos González, hoy
secretario de turismo, en un acto de auto desacato realizó acuerdos con los
caleseros para mantener este servicio, aun en contra de la Ley.
El 16 de Marzo 2010, el Cabildo de Cozumel derogó
los artículos 26, 27, 28 y 29 de la Ley de Transporte Urbano municipal.
El entonces segundo regidor, Reyes Alberto
Cabrera Sánchez, presidente de la Comisión de Transporte, sometió el tema de
las calesas al debate y propuso derogar los apartados que autorizaban a las
carretas a transitar en las arterias viales de la isla.
Así, las “calesas de Cozumel” debían
dejar de circular a partir del lunes 4 de Abril pasado como resultado del
mandato impuesto por el cabildo, pero en un acto de auto desacato, el
todavía presidente municipal, Juan Carlos González (hoy secretario estatal de
Turismo) y sus regidores, se echaron para atrás en acuerdos tomados con los
caleseros, mandaron otra vez los caballos a las calles de la Isla para seguir arrastrando
turistas en carretas.
De esta manera el ex alcalde y hoy
secretario estatal de turismo cometió una violación flagrante a la Ley de
Protección y Bienestar Animal del Estado de Quintana Roo.
Este antecedente ha servido para que los
caleseros en abierta rebeldía a la Ley de Protección y Bienestar Animal del
estado de Quintana Roo, se escuden en estos acuerdos para que, con argumentos
de supervivencia económica, puedan permanecer en las calles.
El 5 de Julio 2011, el diputado local,
Fredy Marrufo, se comprometió a llevar al Congreso del estado una iniciativa
que permita las adecuaciones correspondientes para dar una solución definitiva
a este problema, pero el legislador no ha cumplido con este compromiso.
En tanto, los caleseros ejercen presión
para que las autoridades municipales no les cierren esta fuente de ingresos,
aún a costa de la integridad de los caballos y de los propios turistas, que
como el lunes pasado, han sufrido accidentes en las calesas.
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