El niño verde lleva la pepena electoral a otro nivel: regala iPads, laptos y iPods

Hace 20 años en México cuando la posibilidad real de que otros partidos políticos le arrebataran triunfos electorales, el PRI acuñó arcaicas formas de comprar votos como, las despensas, la entrega de terrenos, el ratón loco y el carrusel. Pero hoy que todos los partidos políticos comercian con el sufragio, el niño verde, Jorge Emilio González, se destaca y visionario adelantándose a su propio tiempo, lanza la pepena electrónica-electoral, con atractivos y delirantes regalos.

Por: Esmaragdo Camaz

En el negocio de la compra-venta de votos y del tráfico de conciencias políticas, Jorge Emilio González, el niño verde, da un paso más allá y se lanza al fascinante mundo cibernético y de la tecnología.

El reparto de despensas entre los habitantes de las colonias populares, a través de su asociación civil, Niños Verdes, es cosa del pasado, aunque de un pasado reciente.

Ahora se vuelca sobre la clase media y los jóvenes, para ofertar productos de consumo orientados a esos sectores, como los iPads, las laptops y los iPods.

Activistas del PVEM están dejando en las casas ubicadas en el Distrito 03, un tríptico cuya portada explota la imagen de niños que están rodeando al niño verde Jorge Emilio González, este a su vez en cuclillas, con una pala en una mano y un árbol en la otra.

O sea, está plantando un árbol.

En la contraportada viene la promo verde por la cual los participantes pueden ganar los aparatos electrónicos antes descritos, si le mandan a Jorge Emilio González su número de teléfono a través de un mensaje de texto, el cual no tiene costo para el participante.

La promo consiste en enviarle al niño verde una propuesta legislativa en materia de medio ambiente, apoyada por al menos 5 amigos del participante.

Después de una especie de votación en el sitio del niño verde, la propuesta que tenga el mayor número de adherentes será la ganadora, lo que significa que Jorge Emilio González la convertirá en proyecto de ley en el Senado.

En el desarrollo de esta promo el niño verde y su equipo de campaña se hace de una importante base de datos de electorales, tanto los que le mandan su número telefónico a través de un mensaje de texto, como de los adherentes a las propuestas, quienes también le dejan sus datos en línea.

Así, la estrategia del niño verde es, a través de la compra de votos con artículos electrónicos, o al menos la expectativa, asegurarse de que el sufragio le favorecerá.

La compra de votos inició en México de la manera más arcaica hace unos 20 años, cuando la idea de una soñada democracia alentó la ilusión entre la población de que algún día cercano, en verdad veríamos en el País este tipo de sistema político.

Las despensas, la entrega de terrenos, el ratón loco y el carrusel entre otros, fueron los sistemas que el PRI acuñó en ese entonces y que hoy es el mismo que practican todos los partidos políticos.

La posibilidad real de que otros partidos ganaran elecciones llevó al PRI a la práctica de la compra masiva de votos. Pero ahora 20 años después, cuando todos los partidos políticos gobiernan en el País, en diversos niveles, todo el grueso de la clase política realiza este tipo de trampas.

Pero el niño verde, quien se ha destacado a pulso en materia de corrupción y trampas, ha logrado esta vez adelantarse a su propio tiempo con esta novedosa manera de comprar votos y conciencias, justo a la vista de todos.

En lo suyo el niño verde es bueno, ni duda cabe. Salvo la ocasión en que salió chamaqueado en televisión nacional, Jorge Emilio González y su equipo, son buenos para eso de la chapuza.