Son imágenes que no sirven para vender los
atractivos turísticos de Cancún y por eso sería mejor que nadie de afuera las
vea. Es una cara de nuestra ciudad, para ser franco, la más común, aunque la
menos conocida mundialmente. Es la fotografía de la carencia de los servicios
públicos municipales mínimos, a los que algunos cancunenses parecen no tener
derecho a disfrutar, esto a juzgar por cómo las autoridades del Ayuntamiento los
han abandonado.
Por: Esmaragdo Camaz
Son tres imágenes, pero podrían ser mucho
más. Sin embargo son suficientes para recordarnos que esto también es Cancún.
Estas fotos no sirven para vender los atractivos turísticos de la ciudad, pero
tampoco son útiles para que las autoridades del Municipio reaccionen y cumplan
con su compromiso social.
Estas tres son el tipo de imágenes que por
realistas muchos no la quieren ver. Particularmente las autoridades que están
obligadas a resolver los problemas sociales y urbanos que estas fotos
representan y que distan mucho de la promoción de gobierno municipal tan
vulnerable, que con tres simples tomas urbanas queda en entredicho.
Las tres imágenes fueron tomadas este
sábado 23 de Septiembre 2012.
La primera foto es este tremendo hoyo en la
Región 94. Muchos de lo que viven aquí son fuerza de trabajo de la Zona
Hotelera y con su esfuerzo han ayudado a enriquecer a muchos de los magnates
que viven en esta ciudad.
También viven aquí en estas calles desechas
y polvorientas, votantes potenciales que al cumplir con el sufragio, han
colaborado para que muchas autoridades engruesen sus bolsillos, usufructuando
los recursos públicos del Ayuntamiento de Benito Juárez.
Pero estos mismos cancunenses pese a su
productividad, no se merecen una mejor calle, esto a juzgar por el abandono en
el que los tienen, incluida –claro-, la actual administración municipal.
Esta segunda foto es una más de las casetas
de Policía que permanecen en el abandono. Esta en la Región 221.
Estas casetas de Policía fueron abandonadas
por cuestiones políticas, una especie de tara mental común en los políticos,
que se basa en el principio de que si “esto lo hizo el gobierno anterior”,
entonces hay que destruirlo para que no quede rastro, algo así como el
comportamiento animal intolerante del rey de la Selva, que mata las crías
ajenas para imponerse como único.
Este comportamiento animal prevalece en los
políticos y Juilán Ricalde, el presidente municipal de Cancún, como uno más de
ellos, también lo imita.
Los habitantes de la Región 221 son tan
productivos como los de la 94, pero al igual que ellos, no se merecen una
adecuada seguridad pública, ni servicios públicos de calidad, esto a juzgar por
las condiciones en que los gobiernos municipales –incluido el actual-, los
tienen.
Y la tercera foto, es el mejor ejemplo de
la desatención de los Servicios Públicos en Cancún. Es la avenida Chac Mool, en
la Región 220, con el monte hasta arriba.
Y eso que el titular del área, José Carlos
Aguilar Osorio quiere ser el próximo presidente municipal. Quizá es por esto,
por distracción en las lides políticas, que tiene tan descuidado su trabajo.
Esta claro que los habitantes de la Región
220, no menos productivos e importantes que aquellos de las dos regiones
anteriores, tampoco son merecedores de la atención de las autoridades
municipales, esto a juzgar por cómo los tienen abandonados en sus servicios
públicos más básicos.
Ni modo, no hay sentido social. Julián
Ricalde, el presidente municipal, anuncia por diversos medios las obras del
gran capital, pero no es capaz de resolver siquiera lo más sencillo.
Arreglar un tremendo hoyo en la calle, rehabilitar
una caseta de Policía y cortar el césped, son tareas monumentales que con más
de mil millones de pesos de presupuesto y más de 2 mil trabajadores, el Ayuntamiento
de Benito Juárez es incapaz de cumplir.
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