De chile y de manteca. Chapulines y camaleones. Burros hablando de orejas. Sin recato ni ideología Y los mismos de siempre. Ese es parte del menú que nos van a recetar los políticos para las elecciones del 2018. Una aberración en muchos sentidos.
MORENA presentó a Marybel Villegas para el Senado. Esta mujer ya pasó por prácticamente todos los partidos políticos. Esto ya es una burla para el público, aunque no sorprende, pues el partido del Peje opera de esa forma. Recoge lo que van dejando los demás partidos.
Jorge Aguilar Osorio, dirigente estatal del PRD, es bastante incongruente. Más bien ignorante, lo cual no extraña de un político. Dice que su partido no irá a las elecciones del 2018 como aliado de MORENA porque ese partido está conformado por puro priista. Hoy el principal activo de los perredistas de Quintana Roo es el gobernador Carlos Joaquín, quien hasta hace poco más de un año todavía era militante del PRI. Y Chucho Pool, quien hoy es el virtual candidato de MORENA para una diputación federal, fue antes el primer priista en renunciar a ese partido para aliarse al panrredé al inicio de la campaña del hoy mandatario estatal. El propio Aguilar Osorio era de alguna forma priista mientras sirvió en la extinta PGE como perito. O sea, el burro hablando de orejas.
José Luis Pech fue designado candidato de MORENA al Senado. Otro priista. La primer gran sorpresa que el Peje le recetó a sus seguidores quintanarroenses hace casi dos años. Les entregó a un “distinguido priista” para que los dirija. Doctor Pech -como le dicen-, no ha ganado ninguna elección importante, pero ahí va otra vez por un nuevo intento.
En el PRD no hay humo blanco todavía. Los consejeros se reunieron el domingo, pero sólo hablaron de lo mismo. Que el Sol Azteca formará el “gran frente” con el PAN, lo cual no es una novedad. Lo verdaderamente importante es la candidatura para Benito Juárez, pero de esto no se habla abiertamente porque Aguilar Osorio y su grupo confabulan contra Emiliano Ramos, quien ya se dice candidato para Cancún con el respaldo del “Gobierno del Cambio”. Ramos ya es por sí mismo un despropósito y la sola posibilidad de hacerlo alcalde es una afrenta contra los cancunenses. Lo peor es que tampoco hay tela de dónde cortar en el PRD.
Cancún es el punto a vencer en las elecciones del 2018. Mara Lezama es lo poco rescatable del escenario político local. La comunicadora es una persona no contaminada aún. Lo malo que al ser postulada por un partido político, en este caso MORENA, difícilmente podrá sacudirse a los políticos si llega a la presidencia municipal de Benito Juárez y en ese contexto, los resultados no pueden ser buenos. Los políticos destruyen todo lo que tocan y los morenos no son la excepción. Siempre quedará la duda de porqué Mara no es candidata independiente.
Verdes y priistas ya están distantes. Remberto no sirve para una reelección pero tampoco hay mucho de dónde echar mano en el PVEM. En ese contexto, Remby -como le dicen-, parece destinado a los leones. Difícil creer que los cancunenses se la perdonen. Y el PRI está en la lona en Quintana Roo. Es el partido más apestoso y nadie entiende cómo podría ganar algo el próximo año. No importa a quien postule el tricolor para Cancún, con el sólo hecho de ser priista ya empieza perdiendo.
Los partidos políticos reciben millones de pesos al año de dinero público. Su función es producir personajes de calidad que se convertirán en gobernantes. Pero no lo hacen. No cumplen con su chamba. Lo que nos espera para el 2018 es más de lo mismo. Más de los mismos.
De chile y de manteca. Chapulines y camaleones. Burros hablando de orejas. Sin recato ni ideología Y los mismos de siempre. Ese es parte del menú que nos van a recetar los políticos para las elecciones del 2018. Una aberración en muchos sentidos.
Lo que nos espera para el 2018 es más de lo mismo. Más de los mismos.
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