Se le chispoteó: La “indiscreción” de López Mena abre nuevos escenarios en el “Gobierno del Cambio”


Por: Esmaragdo Camaz

La “indiscreción” de Francisco López Mena deja al gobierno de Carlos Joaquín y a sus funcionarios, Juan Vergara y Julián Ricalde, en una situación muy comprometida. El secretario general de Gobierno, es decir, el segundo al mando en Quintana Roo, ha revelado que los titulares de las Finanzas estatales y del Desarrollo Social, dejan sus cargos para contender en las elecciones del 2018. Hasta ahí la cosa no está tan mal, pero la negación de los dos aludidos de que no renuncian a sus cargos abre nuevos escenarios que exponen la credibilidad del “Gobierno del Cambio” ante la opinión pública. ¿Cuáles son estos escenarios y qué decisiones tendrá que tomar el gobernador ante esta inesperada situación?

1.- ¿Se le chispoteó o fue sin querer queriendo? Esta “controversia” entre funcionarios del primer círculo de Carlos Joaquín abre dudas sobre la coordinación, comunicación, lealtades y credibilidad en el gabinete estatal. ¿Cómo saber, cómo estar seguro, si López Mena cometió un error o si actuó de forma deliberada en contra de los miembros del gabinete? Lo cierto es que sus declaraciones exhiben a sus compañeros Juan Vergara y Julián Ricalde, pues prácticamente los desarma de cara al proceso electoral 2018.

2.- En esta nueva circunstancia, Juan Vergara, que va por una diputación federal, y Julián Ricalde por una senaduría, tendrían que renunciar de inmediato a sus cargos, pues de no hacerlo, el público pensará que están usando sus encargos para hacer campaña, y no es cosa menor recordar que el primero maneja miles de millones de pesos de las finanzas del estado, mientras que el segundo, también maneja fondos públicos destinados al desarrollo social, lo cual en ambos casos podría interpretarse como un desvío de recursos públicos para las campañas anticipadas de ambos personajes. ¿Qué harán entonces?

3.- Otra posibilidad es apostar al olvido. Juan Vergara y Julián Ricalde pueden continuar en sus cargos ya que han emitido los desmentidos correspondientes y dentro de 4 meses, en abril cuando venza el plazo para renunciar, separarse de sus encargos y postularse el primero, para una diputación federal, y el segundo por una senaduría, esperando que el público haya olvidado para ese entonces cómo López Menza los exhibió el 13 de diciembre, o sea, hoy. ¿Los electores lo olvidarán?

4.- La oposición en Quintana Roo, hasta ahora dormida, ya tiene parque para echar bala. Esta “controversia” entre altos mandos del gobierno joaquinista es “carnita” para los partidos que se suponen ejercen el contrapeso de la política estatal. Pero se puede poner aún peor para el “Gobierno del Cambio” si mantiene en el cargo a sus funcionarios y en abril los lanza como candidatos sabiendo que su propio secretario general de gobierno hizo este anuncio desde diciembre del año anterior, lo cual le daría a los opositores incluso leña para quemar en el consejo del IEQROO y del INE. ¿Despertará la oposición?

5.- El “Gobierno del Cambio” se erigió ante el electorado en 2016 como un equipo administrativo libre de corrupción. Dejar que sus funcionarios hagan campaña desde altos cargos de la administración pública sería además de un delito electoral, una profunda decepción para aquellos que votaron por el cambio en Quintana Roo. ¿Qué hará el gobernador?

6.- Juan Vergara y Julián Ricalde podrían ser descartados definitivamente para cargos de elección popular en 2018 tras la “indiscreción” de López Mena. Ambos funcionarios continuarían trabajando en el gabinete de Carlos Joaquín y aquí no ha pasado nada. 

En el pasado en Quintana Roo, los gobernadores repartían entre sus funcionarios, cargos de elección popular y los mantenían en sus puestos dentro del gobierno para hacer campaña con recursos del erario público. Eran campañas anticipadas disfrazadas y aunque el público, los partidos de oposición y todos en general se daban cuenta de ello, nada se podía hacer, pues hasta la autoridad electoral, en este caso el IEQROO, estaba controlado por el mandatario en turno. 

Este sistema del pasado funcionaba pese a las múltiples filtraciones que sobre los candidatos adelantados surgían en la prensa y en los corrillos políticos. Mientras una fuente oficial no destapara anticipadamente a los funcionarios agraciados, el sistema daba resultados.

Pero hoy López Mena -una fuente oficial- cambió el sistema y ahora anuncia por anticipado las renuncias de aquellos funcionarios que serán candidatos, lo cual trastoca el anterior sistema y lo deja inservible. 

Se sabe que el gobernador ya habría repartido las candidaturas para el 2018. La pregunta es, ¿Por qué López Mena sólo exhibió a dos (Vergara y Ricalde) y no al resto de los funcionarios agraciados? Porque el propio secretario general de gobierno dijo que son “más” los funcionarios que renunciarán al gabinete estatal, pero omitió los nombres.

En resumen, Francisco López Mena orilló a su jefe a una encrucijada que no estaba prevista hasta hace unas horas. El plan original era que los funcionarios estatales agraciados continuaran trabajando en sus puestos y que renunciaran en abril para lanzarse como candidatos, tal como prevé la autoridad electoral. Hoy las cosas tomaron un giro inesperado y alguna nueva decisión sobre este particular tendrá que ser tomada en el “Gobierno del Cambio”.
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