Cancún, Cozumel y Tulum bajo la lupa judicial en la lucha contra el tráfico de drogas ¿Estrategia efectiva o cortina de humo?
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública los delitos contra la salud han registrado un aumento sostenido en la entidad durante los últimos años
Cancún.- En un nuevo capítulo de la batalla contra el narcomenudeo en Quintana Roo, la Fiscalía General del Estado (FGE) anunció la vinculación a proceso de siete personas en tres de los municipios más turísticos del estado: Benito Juárez (Cancún), Cozumel y Tulum. Las detenciones, presentadas como un "duro golpe" al comercio de drogas a pequeña escala, reflejan el esfuerzo de las autoridades por contener un problema que, lejos de retroceder, parece enquistarse en el corazón de los destinos más emblemáticos de México. Pero, ¿qué tan efectivas son estas acciones frente a la magnitud del narcotráfico en la región?
Operativos en el epicentro turístico
La FGE, a través de su Fiscalía Especializada en Combate al Delito de Narcomenudeo, informó que los operativos se llevaron a cabo tras investigaciones focalizadas. En Cancún, epicentro económico y turístico del Caribe mexicano, dos detenciones resaltan: Jorge “N” y David Bernardo “N” fueron sorprendidos en la Supermanzana 27, en la céntrica avenida Chichén Itzá, con marihuana y cristal listos para su distribución. En un caso paralelo, Víctor Alfonso “N” fue procesado en el mismo municipio por posesión de cannabis y metanfetamina, también con fines de venta.
En Cozumel, un destino conocido por su tranquilidad relativa, Jonathan Salatiel “N” enfrenta cargos por distribución de marihuana y metanfetamina, mientras que Alan Martín “N” fue acusado por posesión simple de narcóticos. Por su parte, en Tulum, cuya imagen de paraíso bohemio se ha visto empañada por la violencia reciente, Bryan Augusto “N” y Daniel Adelfain “N” fueron vinculados por distribuir marihuana en el marco del narcomenudeo.
Prisión preventiva: ¿solución o medida temporal?
Seis de los siete implicados permanecerán en prisión preventiva mientras avanza su proceso judicial, una medida que busca enviar un mensaje de firmeza. Sin embargo, este enfoque plantea interrogantes. El narcomenudeo, como brazo operativo de redes más amplias, suele involucrar a personas en los eslabones más bajos de la cadena delictiva. Mientras los operativos se centran en estos actores, las cabezas de las organizaciones criminales que controlan el flujo de drogas en Quintana Roo rara vez son tocadas, lo que genera dudas sobre el impacto real de estas acciones.
El contexto
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los delitos contra la salud —que incluyen el narcomenudeo— han registrado un aumento sostenido en la entidad durante los últimos años. En 2024, Benito Juárez reportó más de 1,200 carpetas de investigación por este delito, un reflejo de la alta demanda de estupefacientes en una ciudad que recibe millones de visitantes al año. Tulum, por su parte, ha visto un repunte en la violencia vinculada al control de puntos de venta de droga, mientras que Cozumel, aunque menos afectado, no escapa a la infiltración de estas redes.
La lucha contra el narcomenudeo en estos municipios no es solo un tema de seguridad, sino también de imagen internacional. Cancún, Cozumel y Tulum son nombres que resuenan en el mundo, y cualquier percepción de inseguridad puede impactar directamente en el turismo, que representa más del 80% de la economía estatal, según la Secretaría de Turismo de Quintana Roo.
Entre avances y cuestionamientos
La vinculación de estos siete individuos es, sin duda, un paso en el esfuerzo por frenar el narcomenudeo. La FGE ha destacado la coordinación con jueces de control y la solidez de las pruebas presentadas, que incluyen decomisos verificados de marihuana, cristal y metanfetamina. Sin embargo, el impacto de estas detenciones debe medirse con cautela. ¿Son estos operativos un avance significativo o apenas un paliativo frente a un problema estructural? La falta de información sobre detenciones de mayor calibre o desmantelamientos de redes completas alimenta el escepticismo.
Además, la prisión preventiva, aunque legalmente justificada, no resuelve las causas de fondo. Factores como la pobreza, la falta de oportunidades y la demanda constante de drogas en los mercados turísticos perpetúan el ciclo del narcomenudeo. Sin estrategias integrales que combinen prevención, rehabilitación y ataques directos a las finanzas del crimen organizado, los "golpes" anunciados corren el riesgo de quedarse en titulares.
Una reflexión necesaria
Las detenciones en Cancún, Cozumel y Tulum son un recordatorio de que el narcomenudeo no respeta fronteras municipales ni imágenes idílicas de playas y selvas. Mientras las autoridades celebran estos resultados, la ciudadanía y los visitantes esperan respuestas más contundentes. La pregunta no es solo cuántos son vinculados a proceso, sino cómo se puede romper el círculo vicioso que permite que el narcomenudeo prospere en uno de los destinos más bellos del mundo.
Por ahora, la FGE mantiene su ofensiva, pero el verdadero éxito dependerá de si estas acciones son el preludio de una estrategia más amplia o solo un destello en una batalla que parece lejos de terminar.
Con información de: InZoom.mx